La impresionante imagen de la Tarántula cósmica

Una vez más el telescopio James Webb nos acerca al espacio exterior, así se ve una de las nebulosas favoritas de los astrónomos.

En la galaxia de la Gran Nube de Magallanes, a 161.000 años luz de la Tierra, está ubicada la nebulosa de la Tarántula también conocida como 30 Doradus, que según el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA es la “región de formación estelar más grande y brillante del Grupo Local, las galaxias más cercanas a nuestra Vía Láctea”.

El nombre de Tarántula se debe a la apariencia de sus filamentos polvorientos que se han podido observar en imágenes tomadas anteriormente, pero que ahora gracias al telescopio espacial James Webb se puede ver en mayor detalle. Esta nebulosa es una de las favoritas de los astrónomos por su composición química, ya que se asemeja al de las gigantescas regiones formadoras de estrellas del mediodía cósmico, cuando el cosmos tenía tan solo unos pocos miles de millones de años de antigüedad.

La nebulosa produce estrellas a una velocidad frenética, según la NASA, guarda las estrellas más calientes y masivas conocidas hasta el momento por los astrónomos. Entre las cosas que se pudieron descubrir gracias a estas imágenes es que las zonas circundantes más densas de la nebulosa resisten la erosión de los fuertes vientos de las estrellas, formando pilares que parecen apuntar hacia el cúmulo y sostener las protoestrellas en formación, las cuales emergen de sus “capullos polvosos” y le dan forma a la nebulosa.

"Los astrónomos pensaban anteriormente que esta estrella podría ser un poco más antigua y estar ya en proceso de eliminar una burbuja a su alrededor. Sin embargo, NIRSpec (El espectrógrafo de infrarrojo cercano del James Webb) mostró que la estrella apenas estaba empezando a salir de su pilar y que aún mantenía una nube aislante de polvo a su alrededor" mencionó la NASA.

La imagen muestra estrellas jóvenes, galaxias lejanas de fondo y la detallada estructura y composición, se ve cómo las estrellas calientes se desvanecen y el gas más frío y el polvo resplandecen. Gracias a las longitudes de onda más largas que permite captar el infrarrojo se revela un entorno cósmico nunca antes visto.

“Webb ya ha comenzado a revelar un universo nunca antes visto y apenas está empezando a reescribir la historia de la creación estelar”.