Según una antigua leyenda amerindia, los picos más altos de la cordillera venezolana de Mérida deben la nieve que recubre sus cumbres a los aleteos de cinco águilas blancas. Sin embargo, desde hace varias décadas, parece que las rapaces han abandonado la cordillera, que ahora exhibe un suelo pedregoso. En 2023, el país perdió su último glaciar, La Corona.
Las cumbres de los Andes no son las únicas que han dejado de recibir la visita de las águilas blancas. De los Alpes al Everest, pasando por el Kilimanjaro, los glaciares retroceden. En un sentido más amplio, es toda la criosfera, -el conjunto de masas de hielo, nieve y permafrost-, la que se encuentra amenazada como consecuencia del desajuste climático. En los dos últimos años, este proceso se ha acelerado con inaudita rapidez.
El Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, promulgado por las Naciones Unidas y coordinado por la UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), brinda la ocasión de analizar las consecuencias de este importante fenómeno, que no podrá reducirse de forma eficaz sin que disminuyan significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
La sensibilización del público general a los efectos del calentamiento global es otro de los cometidos de este Año Internacional. Ahora bien, en este ámbito, todavía queda mucho por hacer. Menos del 40% de los profesores se consideran capaces de explicar a sus alumnos la repercusión del cambio climático, y el 70% de los jóvenes dice no dominar dicha materia, según varios estudios recientes de la UNESCO.
Sin embargo, es urgente tomar medidas al respecto. El deshielo de los glaciares tiene consecuencias graves: trastorna el ciclo hídrico y eleva el nivel del mar, lo que amenaza a las zonas costeras y aumenta el riesgo de inundaciones, consecuencias ya evidentes. Además, es fuente de perturbación para diversas comunidades indígenas que viven en zonas de alta montaña, para quienes los glaciares poseen una dimensión cultural, tal y como demuestran los cambios que han tenido que ser introducidos en el tradicional peregrinaje al santuario del señor de Qoyllurit’i, en Perú, una manifestación inscrita desde 2011 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Las alteraciones que se producen hoy en día en las cumbres, en zonas habitualmente remotas y de difícil acceso, pueden parecer alejadas y localizadas. Nada más lejos de la verdad. Lo que está en juego hoy en día en las montañas, verdaderas guardianas del cambio climático, tiene consecuencias en la calidad de vida de los valles, los litorales y las ciudades. En una palabra, en la calidad de vida de nuestro porvenir.
Agnès BardonJefa de redacción
Un Año Internacional para sensibilizar sobre el deshielo de los glaciares
Las Naciones Unidas han designado 2025 Año Internacional de la Conservación de los Glaciares. La UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) son los principales socios de este esfuerzo mundial de sensibilización sobre el papel esencial que desempeñan los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático y el ciclo hidrológico. A partir de ahora, el 21 de marzo será reconocido como Día Mundial de los Glaciares.
Es muy importante lo que está en juego: los glaciares aseguran el sustento y la economía de millones de personas en todo el mundo y desempeñan un papel esencial en la sostenibilidad del medio ambiente. Sin embargo, están retrocediendo a un ritmo acelerado. El Año Internacional de la Conservación de los Glaciares es una oportunidad para atraer la atención del gran público y de las autoridades acerca de este importante fenómeno y sus consecuencias, así como de las estrategias de mitigación y adaptación.
En el marco del Año Internacional de la Conservación de los Glaciares 2025, está previsto que el 21 de marzo se celebre en París un evento de alto nivel con motivo del Día Mundial de los Glaciares y el Día Mundial del Agua destinado a hacer hincapié en la creciente amenaza del deshielo de los glaciares y en sus graves consecuencias. Este acontecimiento marcará también el lanzamiento del Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2025, cuyo tema es “Altas montañas y glaciares”.
コメント