top of page
Foto del escritorEmisora Radio Rebel

El crecimiento mundial seguirá siendo moderado en medio de una persistente incertidumbre, advierte un informe de la ONU

Imagen IA Rebel

La menor inflación y la flexibilización monetaria ofrecen alivio, pero las tensiones comerciales, las elevadas cargas de deuda y los riesgos geopolíticos nublan las perspectivas


Nueva York, 9 de enero de 2025 – Según el informe de las Naciones Unidas Situación y perspectivas de la economía mundial 2025, publicado hoy, se prevé que el crecimiento económico mundial se mantenga en el 2,8% en 2025, sin cambios respecto de 2024. Si bien la economía mundial ha demostrado resiliencia, al resistir una serie de choques que se refuerzan mutuamente, el crecimiento sigue estando por debajo del promedio anterior a la pandemia (3,2%), limitado por la escasa inversión, el lento crecimiento de la productividad y los altos niveles de deuda.


El informe señala que la menor inflación y la flexibilización monetaria en curso en muchas economías podrían dar un impulso modesto a la actividad económica mundial en 2025. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo grande, con riesgos derivados de conflictos geopolíticos, tensiones comerciales en aumento y costos elevados de endeudamiento en muchas partes del mundo. Estos desafíos son particularmente graves para los países de bajos ingresos y vulnerables, donde un crecimiento deficiente y frágil amenaza con socavar aún más el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  


“Los países no pueden ignorar estos peligros. En nuestra economía interconectada, las perturbaciones en un lado del mundo hacen subir los precios en el otro. Todos los países se ven afectados y deben ser parte de la solución, aprovechando los avances logrados”, dijo António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, en el prólogo del informe. “Hemos marcado un camino. Ahora es el momento de cumplirlo. Juntos, hagamos de 2025 el año en que pongamos al mundo en el camino correcto hacia un futuro próspero y sostenible para todos”.


Perspectivas económicas regionales: perspectivas de crecimiento divergentes


Se proyecta que el crecimiento en los Estados Unidos se moderará del 2,8% en 2024 al 1,9% en 2025, a medida que el mercado laboral se debilite y el gasto de los consumidores se desacelere. Se espera que Europa se recupere modestamente, con un aumento del crecimiento del PIB del 0,9% en 2024 al 1,3% en 2025, respaldado por una inflación más moderada y mercados laborales resilientes, aunque el ajuste fiscal y los desafíos a largo plazo, como el débil crecimiento de la productividad y el envejecimiento de la población, siguen afectando las perspectivas económicas.


Se prevé que Asia oriental crezca un 4,7% en 2025, impulsada por el crecimiento estable proyectado de China del 4,8%, respaldado por un consumo privado sólido en toda la región. Se espera que Asia meridional siga siendo la región de más rápido crecimiento, con un crecimiento del PIB proyectado del 5,7% en 2025, liderado por la sólida expansión del 6,6% de la India. Se prevé que el crecimiento en África aumente modestamente del 3,4% en 2024 al 3,7% en 2025, gracias a la recuperación de las principales economías, como Egipto, Nigeria y Sudáfrica. Sin embargo, los conflictos, el aumento de los costos del servicio de la deuda, la falta de oportunidades de empleo y la creciente gravedad de los impactos del cambio climático pesan sobre las perspectivas de África.


Recuperación del comercio y flexibilización monetaria


Se espera que el comercio mundial crezca un 3,2% en 2025, tras un repunte del 3,4% en 2024 impulsado por la mejora de las exportaciones de bienes manufacturados de Asia y el sólido comercio de servicios. Sin embargo, las tensiones comerciales, las políticas proteccionistas y las incertidumbres geopolíticas son riesgos importantes para las perspectivas. Se proyecta que la inflación mundial disminuya del 4% en 2024 al 3,4% en 2025, lo que brindará cierto alivio a los hogares y las empresas. Se espera que los principales bancos centrales reduzcan aún más las tasas de interés en 2025 a medida que las presiones inflacionarias sigan disminuyendo. Si bien sigue moderándose, se espera que la inflación en muchos países en desarrollo se mantenga por encima de los promedios históricos recientes, y se proyecta que uno de cada cinco enfrentará niveles de dos dígitos en 2025.


Amenazas de las elevadas cargas del servicio de la deuda y la elevada inflación de los alimentos


Para las economías en desarrollo, la flexibilización de las condiciones financieras mundiales podría ayudar a reducir los costos de endeudamiento, pero el acceso al capital sigue siendo desigual. Muchos países de bajos ingresos siguen lidiando con elevadas cargas de servicio de la deuda y un acceso limitado a la financiación internacional. El informe destaca que los gobiernos deben aprovechar cualquier espacio fiscal creado por la flexibilización monetaria para priorizar las inversiones en el desarrollo sostenible, especialmente en sectores sociales críticos.


A pesar de la disminución de la inflación mundial, la inflación alimentaria sigue siendo elevada, y casi la mitad de los países en desarrollo experimentarán tasas superiores al 5% en 2024. Esto ha profundizado la inseguridad alimentaria en los países de bajos ingresos que ya enfrentan fenómenos meteorológicos extremos, conflictos e inestabilidad económica. El informe advierte que la persistente inflación alimentaria, sumada a un crecimiento económico lento, podría empujar a millones de personas aún más a la pobreza.


Minerales críticos: una oportunidad vital para acelerar el desarrollo sostenible


El informe destaca el potencial de los minerales críticos para la transición energética, como el litio, el cobalto y los elementos de tierras raras, y también para acelerar el progreso hacia los ODS en muchos países.


Para los países en desarrollo ricos en recursos, la creciente demanda mundial de minerales críticos presenta una oportunidad única para impulsar el crecimiento, crear empleos y aumentar los ingresos públicos para la inversión en el desarrollo sostenible. Sin embargo, el informe advierte que estas oportunidades conllevan riesgos importantes. La mala gobernanza, las prácticas laborales inseguras, la degradación ambiental y la dependencia excesiva de los mercados volátiles de productos básicos podrían exacerbar las desigualdades y dañar los ecosistemas, socavando los avances del desarrollo a largo plazo.


“Los minerales críticos tienen un inmenso potencial para acelerar el desarrollo sostenible, pero sólo si se gestionan de forma responsable”, dijo Li Junhua, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales. “Los gobiernos deben adoptar políticas con visión de futuro y marcos regulatorios integrales para impulsar la extracción sostenible, la distribución equitativa de los beneficios y las inversiones en la creación de capacidades productivas para maximizar los beneficios del desarrollo de estos recursos”.


Llamado a la acción multilateral audaz


El informe pide una acción multilateral audaz para abordar las crisis interconectadas de la deuda, la desigualdad y el cambio climático. La flexibilización monetaria por sí sola no será suficiente para revitalizar el crecimiento mundial o superar las disparidades cada vez mayores. Los gobiernos deben evitar políticas fiscales excesivamente restrictivas y, en cambio, centrarse en la movilización de inversiones en energía limpia, infraestructura y sectores sociales críticos como la salud y la educación.


Una cooperación internacional más fuerte también es esencial para gestionar los riesgos ambientales, sociales y económicos asociados a los minerales críticos. Se necesitan normas de sostenibilidad armonizadas, prácticas comerciales justas y transferencias de tecnología para garantizar que los países en desarrollo puedan aprovechar estos recursos de manera responsable y equitativa. 


El informe está disponible en  https://www.bit.ly/UN_WESP2025 y  desapublications.un.org 



Etiquetas:

0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page