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Foto del escritorEmisora Radio Rebel

Día de rock 2022: música y diversión extrema


El fin de semana se llevó a cabo una jornada doble del festival en Bogotá y Medellín.


Hace 5 años, en 2017, se realizó la primera edición del Día de Rock Colombia, un festival que nació como una iniciativa para apoyar el talento local de nuestro país que hiciera parte de ese espectro musical. En aquel entonces se presentaron más de 30 agrupaciones, desde bandas clásicas como La Pestilencia hasta artistas más actuales como Telebit o Velo de Oza.


En aquel entonces nos preguntábamos sobre las ediciones futuras¿repetirían los artistas? ¿hay suficientes proyectos de rock en Colombia? Estos interrogantes se fueron despejando con las siguientes ediciones del festival, que además de cambiar su nombre a Día de Rock, comenzó a invitar bandas internacionales y en este 2022 sorprendieron con la inclusión de agrupaciones como Alcolirykoz y La 33.


Dos de las grandes apuestas para el festival eran la agrupación californiana Crazy Town, reconocida por canciones como “Butterfly” y la banda mexicana Panteón Rococó, pero la noche anterior al evento a través de redes sociales se anunció la cancelación de ambos proyectos musicales. El vocalista de Crazy Town no pudo salir de Estados Unidos, mientras que el vocalista de Panteón Rococó tuvo un problema médico que le impidió viajar y presentarse en nuestro país.


Aún así el festival se llevó a cabo en Bogotá, por primera vez en el Parque Salitre Mágico. Así que, mientras que los asistentes podían disfrutar de una jornada musical, también tenían la oportunidad de divertirse en las diferentes atracciones, desde el barco pirata, los karts, el centrax o el apocalipsis. En medio de este ambiente festivo retumbó una vez más el poder de la música en la capital.


El día comenzó con una descarga de sonidos colombianos con artistas como Lianna y las agrupaciones que ganaron el mundial de bandas que realizó la organización del festival: Exequia, Niños en la Vía, Camargo y Yooko. Sonaron también los potentes riffs de Tappan, la combinación de sonidos de Tourista que llegaba directamente desde Perú y las voces guturales de Serbia, desde México. Siguió avanzando la jornada que trajo a la memoria de los asistentes recuerdos de la adolescencia con bandas como Toke Rosa.


La tarde caía mientras que agrupaciones como Apolo 7 le regalaban al público una potente descarga de rock and roll, General Bong deleitaba a sus asistentes con psicodelia y funk, y Superlitio encendía la pista de baile al ritmo de canciones como “Sexo con amor”, interpretando además, para sorpresa de los asistentes, “Alma en pedazos”. Mientras tanto, al otro lado del parque Salitre Mágico, comenzaban a retumbar los sonidos estridentes de Oh’Laville que dio un show lleno de “Magia negra”.


Llegó el momento de la banda insignia del festival, Don Tetto, que junto a su público interpretó esas canciones que la llevaron al estrellato en la década del 2010 y cerró su show con “Adicto al dolor”, para darle paso a Pinche Pinchadiscos, el proyecto como dj de Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, que puso a cantar y bailar al público con clásicos del rock and roll y cumbia. Como una oda a la cultura emo, luego salió a escena División Minúscula, seguida de Allison, dos bandas representantes de esta cultura que nos regalaron un viaje al pasado a través de canciones como “Sognare” y “Frágil” respectivamente.


Con un ritual de sanación a cargo de Alcolirykoz fue cerrando la quinta edición del festival en Bogotá Por primera vez el rap y el hip hop hicieron parte de este evento, las rimas se apoderaron del escenario principal con una de las mejores presentaciones de la noche, la de los ninjaz, quienes demostraron que la música nos pertenece a todos y que vale la pena abrir el espectro musical y darle la oportunidad a otras propuestas sonoras para que, en este caso, hagan parte del Día de Rock.


“La música es de todos, del que la quiera escuchar” mencionó Gambeta durante el show de Alcolirykoz, dejando en evidencia que el rock más allá de ser un género musical, es un estilo de vida, una actitud, una forma de ver y disfrutar la vida y que no vale la pena ser tan radicales al momento de hablar sobre música.


Así lo explicaba Diego Pulecio, vocalista de Don Tetto y organizador del Día de Rock “Siempre nos vamos a mover en el nicho del rock, pero queremos ser abiertos a los diferentes sonidos que nos trae el país. Por eso está Alcolirykoz, una banda gigante que ha conectado con el público, que le suma al festival, así que la gente que tenga la oportunidad de verlos se puede cuestionar o incomodar, pero también va a conocer otros artistas”.


Por esto, al finalizar la noche, el Parque Salitre Mágico se convirtió en la pista de baile perfecta para recibir a La 33, la agrupación que tuvo el honor de cerrar la quinta edición de este festival que por primera vez se realizó en un parque de diversiones, se abrió a otros géneros y que también llegó a Medellín.


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