Las negociaciones en la COP16 enfrentan momentos decisivos, pues la falta de consenso sobre el financiamiento y el poder institucional para pueblos indígenas y comunidades locales generan tensión en la conferencia sobre biodiversidad que se realiza en Cali.
En el corazón de la COP16, que se celebra en Cali, Colombia, las negociaciones sobre biodiversidad están alcanzando un punto álgido mientras las partes enfrentan presiones para concretar acuerdos cruciales antes del cierre, pues con temas complejos sobre la mesa, desde la financiación hasta la conservación de áreas marinas y el rol de comunidades indígenas, las expectativas de una resolución favorable chocan con los desafíos de consenso entre países desarrollados y en desarrollo.
Esta edición de la COP se había anunciado como un hito en la historia de la conferencia de las Naciones Unidas sobre biodiversidad, dada su escala y la urgencia de sus objetivos, por ello, desde el 21 de octubre, representantes de 196 países se han reunido para evaluar avances en los 23 objetivos trazados en el Marco de Kunming-Montreal, un plan acordado en 2022 que busca la protección de al menos el 30% de las zonas terrestres y marinas para 2030.
Sin embargo, la recta final no ha sido sencilla, en especial porque los países en desarrollo han insistido en la necesidad de incrementar los compromisos financieros de las naciones ricas, exigiendo una estructura financiera más accesible y directa. “Es una negociación muy compleja, de muchos intereses, de muchas partes (...) Y eso implica que todo el mundo tiene que ceder algo”, expresó Susana Muhamad, presidenta de la COP16 y ministra de ambiente de Colombia, en una rueda de prensa este 31 de octubre, ya que la COP16 ha sido vista como una oportunidad crítica para destrabar estas negociaciones y garantizar que la biodiversidad reciba la financiación necesaria para su protección a largo plazo.
La difícil discusión sobre financiamiento
Uno de los puntos más sensibles ha sido el financiamiento de los países en desarrollo, que exigen un fondo especial para la biodiversidad en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), puesto que, según ellos, los fondos multilaterales actuales son demasiado burocráticos y difíciles de acceder, dificultando así las acciones efectivas.
En ese sentido, Jiwoh Abdulai, ministro de Medio Ambiente de Sierra Leona, declaró que es fundamental crear un fondo en el cual tanto países ricos como pobres estén representados, aludiendo a la desigualdad en la distribución de recursos que, hasta ahora, ha limitado los esfuerzos de conservación en naciones menos desarrolladas.
Por su parte, la Unión Europea ha puesto sobre la mesa el impacto directo del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, citando los desastres naturales que han afectado a Europa en los últimos meses como un llamado urgente a la acción: Florika Fink-Hooijer, enviada de la Comisión Europea, destacó que “en esta COP tenemos la oportunidad de actuar”, instando a los países a comprometerse con medidas más ambiciosas para combatir la devastación ambiental.
Las comunidades indígenas en el centro de la COP16
Otro de los temas pendientes es el reconocimiento del papel fundamental de las comunidades indígenas y locales en la conservación de la biodiversidad.
Esto porque tras años de lucha por el reconocimiento de sus derechos y saberes, se aprobó el Plan de Trabajo del Artículo 8J, un logro histórico que establece una ruta de implementación para la inclusión de los pueblos indígenas en la protección de la biodiversidad. No obstante, la creación de un órgano subsidiario que les otorgue poder institucional aún está en debate, y el tema genera divisiones.
“Logramos el primer objetivo importante de negociación en la plenaria de ayer, que fue la aprobación del Plan de Trabajo para Pueblos Indígenas y Comunidades Locales, una decisión que genera una ruta de implementación clara para pueblos indígenas del Marco Kunming-Montreal”, señaló Muhamad, y agregó que todavía faltan consensos para instituir este órgano.
Además, la COP16 ha puesto de relieve la importancia de incluir a la población afrodescendiente en el mismo plan de trabajo, otro punto de tensión que subraya la necesidad de una inclusión representativa en las políticas de conservación.
Las áreas marinas y los próximos pasos
En el ámbito de conservación de áreas marinas, los países celebraron la aprobación de modalidades para proteger zonas ecológicas y biológicamente importantes en aguas internacionales.
Esto se logró tras ocho años de negociaciones y, según la presidenta de la COP, es un avance significativo hacia la implementación del Convenio sobre Diversidad Biológica. Este acuerdo brinda a la Asamblea de Naciones Unidas una autoridad reguladora sobre estas áreas, con criterios científicos que aseguran la protección de la biodiversidad más allá de las fronteras nacionales.
“Para definir dónde hay un área marina de importancia ecológica, estratégica para el mundo, se hace con criterio científico y técnico y no con criterio geopolítico”, explicó Muhamad, destacando que esta decisión permite que las necesidades del planeta primen sobre intereses nacionales individuales.
Armenia: la próxima de la COP de biodiversidad
Este 31 de octubre, las partes también eligieron la sede de la COP17, y Armenia, con 65 votos a favor, de los 123 registrados, se llevó el evento a casa.
El otro país postulado y que obtuvo el resto de votos, fue Azerbaiyán, que será el anfitrión de la COP29 de cambio climático, que se llevará a cabo del 11 al 22 de noviembre de 2024.
“Armenia agradece a las partes del Convenio sobre Diversidad Biológica por la confianza y el apoyo, y está dispuesto a garantizar que la COP17 sea otro hito en los esfuerzos mundiales para la preservación de la biodiversidad mundial”, expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia.
Expectativa para el último día
Con el tiempo en contra, la expectativa para este viernes es alta aunque las negociaciones se podrían extender hasta el sábado en la madrugada, ya que los temas de financiamiento y el reparto de beneficios de los recursos genéticos derivados de secuencias digitales siguen pendientes, generando tensión entre las delegaciones, porque son las grandes potencias económicas las que tienen en sus manos la posibilidad de abrir los recursos necesarios para que el resto del mundo pueda enfrentar los desafíos a los que se están enfrentando la biodiversidad y alcanzar las metas globales.
La última plenaria de la COP16, programada para hoy, primero de noviembre, será determinante, y con un entorno de alta presión y con la supervivencia de la biodiversidad en juego, la comunidad internacional espera que los acuerdos que emerjan de esta cumbre marquen una diferencia real.
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