Esta es una selección de letras de Natalia Lafourcade que llegan a lo profundo del corazón y nos entregan ánimo para seguir.
Natalia Lafourcade es sin duda alguna una de las voces femeninas más influyentes de la música latinoamericana en el siglo XXI. Su extensa carrera discográfica, que la ha llevado a explorar los sonidos del pop, la balada y la música tradicional mexicana, la ha posicionado como un referente de gran importancia para los nuevos cantautores en español.
Desde muy joven su conexión con la música fue innegable, y todas sus letras son prueba de que en los más pequeños detalles de la vida se puede encontrar inspiración para escribir una canción. Cantarle a un corazón roto, a la nostalgia, a la época que se vive, a la tierra en la que se nace, son solo algunos de los temas con los que nos podemos identificar recorriendo su música.
En Radio Rebel ya estamos contando los días para el esperado regreso de Natalia a nuestro país. Y aquí iniciamos la cuenta regresiva con una selección de canciones que pueden abrazar muy fuerte a más de uno y que nos recuerdan que nos debemos permitir sentir.
El Destino
Imposible es entender que la vida puede ser ligera, una risa disfrutar, en la tierra caminar, sin amor puede valer la pena.
Cursis Melodías
Cursis melodías todo el día, todas las memorias no se olvidan. Cursis melodías todo el día, son nuestra armonía, no se olvida.
Aventurera
Ya que la infamia de tu cruel destino marchitó tu admirable primavera. Haz menos escabroso tu camino, vende caro tu amor, aventurera.
Derecho de Nacimiento
Yo no nací sin causa, yo no nací sin fe. Mi corazón pega fuerte para gritar a los que no sienten y así perseguir a la felicidad.
Hasta la raíz
Pienso que cada instante sobrevivido al caminar y cada segundo de incertidumbre, cada momento de no saber, son la clave exacta de este tejido que ando cargando bajo la piel.
Lo que construimos
No creas que no valió la pena, no creas que lo perdimos. Esto que nos duele, aunque nos duele, es solo nuestro.
Tu sí sabes quererme
Ya no me importa lo que piensen los demás, estoy contigo para ser testigos siempre de la vida. Así por siempre, para siempre; para siempre amarnos.
Soledad y el mar
Despidiendo últimamente todo lo que sucedió, hoy saludo mi presente; gusto de este dulce adiós.
Vine solita
Aunque pa’l mundo soy invisible, yo siento marea que danza agitada en mi piel. Y al viento entrego todas mis penas, si lloro violento soy río hasta el amanecer.
El lugar correcto
Perdona si lloré, lloré y lloré mientras bailaba. Tenía dolores viejos que atender de aquel pasado, entonces regresé a ese silencio necesario para escuchar el corazón hablar de la verdad.
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